Desde la construcción de muros contra eventuales solicitantes de asilo hasta el ascenso de partidos de extrema derecha, pasando por el recorte de los derechos sociales de los extranjeros, las restricciones en el acceso a la nacionalidad y la prohibición selectiva de prácticas minoritarias, la institucionalización del racismo está socavando los principios fundamentales de la convivencia en las sociedades europeas. Cumpliendo con su misión de evaluación y crítica jurídico-política, el equipo del proyecto MULTIHURI inaugura el 27 de octubre el II Ciclo de seminarios sobre racismo, multidiscriminación y derechos humanos, que se extenderá hasta la primavera de 2017. Cada mes, varios expertos procedentes del ámbito académico y de la sociedad civil se reunirán en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Valencia para identificar los retos relacionados con las discriminaciones racistas y proponer vías para abordarlos de forma efectiva y justa. Todas las sesiones están abiertas al público y dejarán espacio para un debate con los asistentes.

En el seminario inaugural, María José Aguilar Idáñez, catedrática de Trabajo social y servicios sociales en la Universidad de Castilla-la-Mancha, abordará la inmigración y la diversidad cultural como fenómenos estructurales que necesitan respuestas encaminadas a la integración efectiva, la participación y la convivencia intercultural. Esto significa sustituir las tradicionales políticas sectoriales, que surgen como respuesta a situaciones de urgencia, por proyectos globales. En la primera parte de la intervención se propondrán unas reflexiones críticas sobre los modelos dominantes de gestión de la diversidad con el objetivo de explorar cómo construir una sociedad de derecho y democrática para todos y todas los que en ella vivimos (no sólo para los que han nacido en un determinado lugar o continente). Se esbozará un enfoque crítico-transformador del interculturalismo que no se limita al reconocimiento de la diferencia y a la promoción de la interacción positiva entre personas o grupos con diferentes horizontes culturales de referencia, sino que apuesta por la lucha contra las desigualdades sociales, económicas y políticas; y contra las discriminaciones étnicas, raciales y culturales. En la segunda parte, se abordará uno de los principales retos actuales para la convivencia: la indiferencia y la construcción de fronteras morales como dispositivo tanatopolítico. La falta de reconocimiento de los derechos de las personas en busca de refugio puede ser considerada como una paradoja moral en sociedades que proclaman valores universales. Se propondrá un análisis de esta paradoja moral basado en la idea de que la indiferencia, como borrado activo de la humanidad de la otra persona, y la justificación de la violencia hacia las personas desplazadas que piden socorro son reflejo de la existencia de fronteras morales que excluyen a estas personas de nuestro espacio moral. Las fronteras morales son un mecanismo fundamental de la tanatopolítica, es decir la gestión política de la muerte, porque legitiman prácticas institucionales y decisiones políticas que si bien no matan directamente se arrogan el derecho de dejar morir. La construcción de estas fronteras morales es una “clave de bóveda” del sistema de dominación racista que, en definitiva, constituye todo aquello que debemos enfrentar. Finalmente se apuntarán algunas estrategias de resistencia que parecen claves para afrontar esta paradoja moral y estos retos.

A continuación, Alberto Coddou McManus, profesor de Derecho constitucional e investigador del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales (Chile) analizará el derecho anti-discriminación desde los aportes de la teoría crítica de la justicia social formulada por Nancy Fraser. En particular, sostendrá que el debate sobre el daño que implica la discriminación y las razones por las cuales la regulamos a través del derecho es insuficiente para dar cuenta de las promesas del derecho anti-discriminación. Para ello, debemos recurrir a una teoría pluralista de la anti-discriminación que nos permita ubicar esta área del derecho en una perspectiva de emancipación social. Así, el derecho anti-discriminación se puede caracterizar como un instrumento que combate la falta de reconocimiento, pero que sin embargo se encuentra "interimbricado" con otras dos esferas de la justicia: la economía y la política. Esta aproximación permite entender sus fortalezas y debilidades, lo que puede y no puede prometer, lo que puede y no puede realizar en las sociedades contemporáneas. 

Para consultar el capítulo en que se basará la intervención del profesor Coddou, pinche aquí.

Adjuntamos el cartel con toda la información sobre este seminario y los siguientes.

 

Cartel II ciclo diversidad convivencia derechos

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